Jul 01,2022
Controlar la profundidad de inmersión y el ángulo de puntas de pipeta manuales es un paso crítico para garantizar una aspiración precisa de líquidos. Aquí hay algunas sugerencias:
Control de profundidad de inmersión:
La profundidad de inmersión debe garantizar que se alcance el volumen de pipeteo requerido y al mismo tiempo minimizar el contacto de la pared exterior de la punta con el líquido.
Elija la profundidad de inmersión adecuada según las especificaciones de la pipeta. Por ejemplo, para puntas de menos de 10 µl, la profundidad de inmersión suele ser de 1 a 2 mm; para puntas superiores a 2000 μl, la profundidad de inmersión es de 6 a 10 mm.
Al pipetear grandes volúmenes o líquidos con alta viscosidad, se debe prestar especial atención al control de la profundidad de inmersión para garantizar que el líquido sea completamente aspirado hacia la punta.
Control del ángulo de inmersión: el ángulo en el que se sumerge la punta en el líquido debe controlarse dentro de los 20° y mantenerse lo más vertical posible. Esto ayuda a reducir los problemas de ingesta excesiva o insuficiente de líquidos debido a ángulos excesivos.
En funcionamiento real, el ángulo de inmersión se puede ajustar observando el contacto entre la punta y la superficie del líquido para garantizar que la punta pueda ingresar al líquido de manera suave y precisa.
Además, es necesario prestar atención a los siguientes puntos:
Antes de aspirar líquidos, puede enjuagar suavemente las puntas para ayudar a mejorar la precisión del pipeteo. Sin embargo, para muestras de temperatura alta o baja, el enjuague puede reducir la precisión, por lo que se debe realizar una evaluación basada en las condiciones reales.
Al aspirar líquidos, mantenga una velocidad de aspiración constante y evite ser demasiado rápido o demasiado lento. Una velocidad de aspiración demasiado rápida puede hacer que la muestra entre en el mango, provocando daños al pistón y al anillo de sellado y contaminación cruzada de la muestra.
Después de absorber el líquido, mantenga la punta en la superficie del líquido durante un período de tiempo (como de 1 a 3 segundos) y luego aleje suavemente la punta de la superficie del líquido. Esto ayuda a garantizar que el líquido entre completamente en la punta y reduce el goteo o las salpicaduras causadas al mover la punta.